Si Moguer y las
orillas del río Tinto moguereño fueron testigo de los preparativos del viaje
que daría lugar al descubrimiento de América, el pueblo de Palos de la Frontera
también tiene mucho que decir. Precisamente allí visitamos el Monasterio de
Santa María de La Rábida y el Muelle de las Carabelas con nuestro alumnado de 2º de ESO.
Se trata de un
monasterio franciscano de estilo gótico-mudéjar, levantado entre los siglos XIV
y XV. Fue declarado Monumento Nacional en 1856. En él se hospedó Cristóbal
Colón antes de partir hacia el Nuevo Mundo cuando aún se encontraba preparando
su particular cruzada. El almirante, decepcionado tras el rechazo de su
ambiciosa empresa por parte del rey portugués Juan II, encontró refugio y
atención en la Rábida. Aquí los frailes Juan Pérez y Antonio de Marchena le
escucharon y apoyaron y le recomendaron antes los Reyes Católicos que,
finalmente, aceptaron su proyecto.
Durante esta
visita, los alumnos pudieron retener otros detalles curiosos del lugar tales
como que aquí se encuentra enterrado Martín Alonso Pinzón, que falleció a los
pocos días de la vuelta del primer viaje colombino, o que a este enclave
llegaron personalidades como Hernán Cortés, Gonzalo de Sandoval y Francisco
Pizarro, después de realizar algunas de sus expediciones.
Los estudiantes
pudieron observar de primera mano que entre las paredes de este convento franciscano
se custodia la imagen de Santa María de la Rabida, también conocida como
Nuestra Señora de los Milagros, una bella imagen de la Virgen ante la cual el
mismo Cristóbal Colon rezó momentos antes de iniciar su histórico viaje. También pudieron ver una serie de frescos sobre el descubrimiento de América,
pintados por Daniel Vázquez Díaz, un precioso claustro mudéjar y las
reproducciones a escala de las tres naves que llegaron por primera vez a las
costas americanas.
“En estos muros
santos, sobrecogido el alma por la evocación más honda,
contemplo el halo de la
luz que llevó el nombre de España al otro lado del Atlántico;
arrodillado evoca
el nombre de la nave inmortal “Santa María” (Daniel Vázquez Díaz”)
Nuestro último alto en el camino lo
hicimos en el Muelle de las Carabelas, origen de la histórica expedición y donde
nuestros alumnos pudieron visualizar unas reproducciones de la Pinta, la Niña y
la Santa María, tal y como eran en la época, a escala real. Además, en la conocida como
Isla del Encuentro, pudieron hacerse una
idea de las dificultades a las que tuvieron que hacer frente los aventureros al
llegar al Nuevo Mundo y cómo se vivieron aquellos momentos históricos tan
trascendentales.
Muelle de las Carabelas
Y de esta forma terminó nuestro especial
y particular viaje al pasado…al descubrimiento del Nuevo Mundo.
Fuente: guía turística "Descubriendo Moguer" (Ayuntamiento de Moguer)
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